La magia de blockchain es tener una clave privada maestra y además poder generar infinitas claves públicas. Esas claves públicas se conocen como direcciones de Litecoin.
Esto significa que cuando toca Recibir, Litewallet genera una dirección nueva y nunca utilizada para su uso. Y si le das eso a un beneficiario, Litewallet reconoce esa dirección como asociada con la clave privada (tus 12 palabras) sin revelar esta, y todas las transacciones se muestran en tu vista de Historial de Litewallet.
Bastante bien, ¿eh?
Históricamente, cualquier blockchain (como Bitcoin o Ethereum) se basaba en este mismo concepto criptográfico. Y la situación ideal es que una dirección se use solo una vez. Esto no significa que no puedas recibir Litecoin una vez, pero es ideal porque las direcciones de Litecoin se pueden buscar públicamente. Alguien con esa dirección puede realizar un seguimiento de tu saldo.
Algunas personas dan un beneficiario y una dirección regulares o un dominio en el que se pueden realizar búsquedas como: lite-wallet.crypto = MCdu7qk5Yhx1H8nWpyh1FSXRZRFcNBNxff
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